Lo que quiero decir es más o menos...

más o menos... el espacio que hay entre palabra y palabra.




lunes, 24 de mayo de 2010

“…desesperadamente, los dos para los dos.”

Nos miramos a escondidas entre el cortinado rojo. Nos miramos sin mirarnos pero sabiendo que lo hacíamos. Los dos queríamos. O era yo? Sería solo yo, y por eso el tiempo pasaba y seguía sentada entre tapizados colorados.
Pero no; nuestras miradas se esquivaban porque sabían que querían encontrarse.

Por fin te levantaste. Te vi sin verte, camisa negra, ensayando el juego de ignorarte pero sin que llegues a dudar de que te veo. Que te veo y te miro entre las columnas. Y te miré, de pie delante mio. Nos miramos a los ojos por primera vez en la noche; por primera y única vez en la noche.

Me tomaste de la mano al tiempo que me alzaba en los tacos negros y nos acompañamos hasta el borde de la pista. Con mi mano en tu mano me retuviste cerca; con tu brazo alrededor de mi , de mi entera, me acercaste a tu pecho. Con suavidad y firmeza, con seguridad y ligereza, me retuviste cerca de ti,  paso a paso, baldosa a baldosa, giro a giro; gancho, volcada, sacada, traspié, hasta que supiste que yo misma me retenía cerca tuyo. Que seguía, sedienta, cada movimiento de tu cuerpo, tan cerca del mío que no podía verlo.

Hasta el último compás.


Receta relacionada:
http://recetariodeanaqueles.blogspot.com/2010/05/tarta-de-dulce-de-leche-y-coco.html

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Echo en falta la receta del "lemon pie".
Besos.


F.G.M.

Cecilia dijo...

De la sensualidad del encuentro con otro, puesto en palabras.
De la sensación cautivante y unica del baile, creando un espacio intimo entre dos cuerpos bien entrelazados al ritmo de un compás.
QUE LINDO!!!